Escribir análisis y reportajes no es un simple asunto de musas. La intuición, el talento, la inspiración y la creatividad son elementos indispensables para hacer un buen trabajo.
Su confección es parte de una rigurosa secuencia de un proceso, por tanto si se falla en algún paso podríamos arruinar todo el trabajo.
Así que para evitarlo, es mejor que tomes en cuenta los siguientes elementos:
1- La idea y el propósito: Todo reportaje comienza generalmente con un tema general. Sin embargo, no delimitar el tema y conformarse con solo una idea puede ser peligroso, ya que en lugar de reportaje podemos terminar redactando un artículo para enciclopedia.
Una vez tengamos definida la idea lo que sigue es interrogarnos sobre que énfasis o propósito estamos siguiendo. Se trata de colocar linderos más claros e interesantes al tema que nos llamó la atención inicialmente.
2- El enfoque: Hay que someter la idea a consideración, descomponer sus partes, analizar la interrelación de sus componentes, buscar posibles ángulos o puntos de vista y si cumple con alguna de las siguientes características: actualidad, interés, relevancia, ironía, novedad, utilidad, originalidad o cercanía al lector podremos continuar.
Tener un enfoque es saber hacia dónde vamos y que queremos decir, por tanto emprender las siguientes etapas sin haberlo definido, puede conducirnos también a una peligrosa dispersión.
3- La investigación: Esta etapa implica acudir a distintas fuentes y métodos para llegar a ellas. Para esto debemos ir más allá de las conferencias de prensa, entrevistas rutinarias o boletines.
Es necesario también saber distinguir los múltiples tipos de datos o información que se busca con la investigación como:
- Documentación básica: Antecedentes, marco general.
- Información actual: Hechos y situaciones nuevas que se han ido desarrollando.
- Testimonios: Citas, declaraciones o relatos.
- Ambiente físico: Escenario donde se desarrolla una situación.
- La interpretación: Significados, proyecciones o repercusiones que vemos en los hechos.
- Personalidades: Actores que nos ocupan.
Según sea el tipo de reportaje, así habrá de hacerse énfasis en un tipo u otro. Sin embargo, el reportaje debe nutriste de varios de los elementos anteriores para mezclar información e interpretación.
4- Selección del material: Con idea, énfasis, tema e investigación ya es hora de empezar a todos los datos e información a incluir en el reportaje.
Es decir, hacer una selección estableciendo un orden prioritario:
- Lo indispensable: Para probar nuestra hipótesis, fundamentar nuestro enfoque o destacar nuestro tema.
- Lo que refuerza: Elementos que sin ser imprescindibles, resultan importantes para fundamentar mejor lo que queremos decir.
- Lo anecdótico, colorido u original: Puede ser una cita o una anécdota que ayuda a añadir un chispazo para despertar al lector.
- Lo accesorio: Algún dato o información que quizá cuando ya estamos entrados en el reportaje vemos que nos sirve y lo utilicemos.
5- Estructura: Es simplemente la forma en que organizamos dentro del reportaje la información recopilada mediante nuestra investigación.
Se trata de un criterio de organización que debemos considerar en dos niveles:
- General: Nos obliga a tener en cuenta que todo reportaje tiene tres partes fundamentales: entrada o lead, cuerpo y cierre.
- Particular: Nos obliga a tener en cuenta que como el cuerpo es donde tenemos la mayor parte del contenido, es donde debemos ser más conscientes de los criterios que empleamos para organizar el contenido.
Finalmente, definido esto debemos tomar en cuenta que ese contenido que hemos decidido estructurar debe tener un tono y un estilo. Estos aspectos nunca deben ser subordinados a consideraciones estructurales sino más bien armonizados con ellas.
Catalina Hernández Vargas
Estudiante de Periodismo
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