La
construcción de una carretera completa que enlazara los 160 kilómetros que
distan entre la capital y la provincia caribeña demoró 20 años y seis
administraciones presidenciales. Era 1967 cuando ese despacho se aventuró, con fondos propios y la
escasa maquinaria de mantenimiento vial, a romper la montaña y abrir dos
carriles estrechos y de piedra en los 59 kilómetros entre Siquirres y Limón.
La obra completa, de 100 kilómetros valía en aquel
entonces, ¢450 millones, incluía 15 puentes y 40 alcantarillas mayores y se le
había adjudicado desde 1977 a la firma ecuatoriana Monolítica. Tenía que estar
lista en 1981.
El túnel Zurquí
se concluyó oficialmente en agosto de 1984, y desde entonces provoca una mezcla
de fascinación y misterio entre quienes se adentran en la montaña y abren las
ventanas del carro para escuchar su eco o sentir las minúsculas gotas de
humedad que se desprenden de las paredes De acero y concreto.
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