lunes, 9 de abril de 2018

UN MENSAJE BIEN REDACTADO ES UN ÉXITO COMUNICATIVO

imagen ilustrativa

Las facilidades comunicativas con las que contamos actualmente, permiten que usuarios sin distinción alguna, puedan realizar escritos en perfiles de redes sociales; o bien, generar contenidos para alguna página web. Debido a que no existe un corrector ortográfico en la mayoría de estas plataformas o que estas personas no tienen un conocimiento más claro sobre algunas normas del lenguaje, estos contenidos suelen registrar diversos errores ortográficos, ya sea por ausencia o exceso de estos. 

Para Babelia (2001) “El lenguaje nos ayuda a capturar el mundo, y cuanto menos lenguaje tengamos, menos mundo capturamos. O más deficientemente. Una mayor capacidad expresiva supone una mayor capacidad de comprensión de las cosas”. Otros autores consideran que la escritura es la carta de presentación de una persona; es por esto, que a continuación le brindaremos algunas recomendaciones que le ayudarán a mejorar poco a poco sus publicaciones digitales. 

Conocimiento de las normas de sintaxis y ortografía. La correcta aplicación de estas reglas permite transmitir un mensaje más claro y eficaz; además, de promover inconscientemente el uso correcto de la lengua española entre las audiencias que consuman ese contenido. 

  • Leer. La lectura constante enseña al cerebro sobre la manera de escribir y de reglas ocultas. Además, permite que se vaya generando un estilo propio de redacción. 
  • Escribir con mayor frecuencia. La práctica constante es vital para mejorar; aquí se aplica perfectamente la frase popular: “la práctica hace al maestro”. 
  • Investigar. Informarse sobre otros puntos de vistas sobre el tema a redactar o de datos desconocidos, permitirá dar contexto a la redacción; además de responder todas las posibles preguntas que pueda hacerse el lector. 
  • Ideas claras. Permiten transmitir el mensaje sin redundancias, haciendo más eficaz la comprensión del tema tratado. 
  • Lenguaje sencillo. Aplicar palabras conocidas provocan un rápido entendimiento sin mayor complicación. Esto puede variar dependiendo del tipo de contenidos que se desee producir; pero de igual manera siempre es bueno aclarar el concepto de una palabra compleja o poco conocida. 
  • Rompe bloques de textos extensos. Utilizar subtítulos dentro del contenido, permite desarrollar en cada apartado una idea en concreto. Esta práctica permite refrescar la vista de los lectores; además, de convertirla en más atractiva. 
  • Equilibrio entre texto e imágenes. Mantener una equidad entre la información presentada en prosa y en imágenes (infografías) permite que el lector no sienta cansada la información que consume. Aquí es importante que el autor valore cuál de las dos (texto o imágenes) debe poseer más relevancia dentro del contenido. 
  • Conocer a la audiencia. Saber los gustos de los públicos que consumirán la información es relevante ya que estos se adaptarán con mayor facilidad a sus realidades diarias. 
  • Revisa, lee en voz alta y corrige. Antes de realizar la publicación es importante hacer una última lectura para corregir errores o conceptos incompletos o pocos claros; esta lectura tiene que hacerse como lector y no como autor. Una de las ventajas que ofrecen las publicaciones digitales es la modificación “online” sin tener que eliminar la publicación. 

Recuerda: 

“El idioma es nuestro patrimonio común más consistente”. 
Fernando Lázaro Carreter (1923 – 2004)

Diana Vásquez Zúñiga
Estudiante de Periodismo

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